Bolsa de Mylar de 3,5 g, resistente a los niños, para cannabis

Para alimentos frescos como carnes, mariscos y diversas verduras y frutas, la clave para su conservación reside en controlar la entrada y salida de oxígeno y humedad. El film transparente de polietileno (PE) es una opción común. Puede bloquear eficazmente el oxígeno, ralentizar la oxidación de los alimentos frescos y evitar que se echen a perder demasiado rápido. Al mismo tiempo, también puede retener la humedad moderadamente, evitando que los productos frescos pierdan su textura tierna debido a la deshidratación. Para algunos productos frescos de alta calidad, los materiales compuestos de PET/PE son más adecuados. La capa de PET ofrece una excelente resistencia mecánica y un rendimiento de barrera, capaz de resistir impactos externos y la penetración de oxígeno y humedad. La capa de PE garantiza la flexibilidad y la propiedad de termosellado de la bolsa, haciendo que el proceso de envasado sea más cómodo y eficiente. El papel de aluminio también es una buena opción para alimentos cocinados y carnes que requieren conservación al vacío. No solo tiene buenas propiedades mecánicas, sino que también conserva el aroma y la frescura. El uso de estos materiales crea un ambiente interno relativamente estable para los alimentos frescos, prolonga su vida útil, permite a los consumidores comprar productos frescos como nuevos y garantiza la seguridad de su consumo.

Los productos secos, como frijoles y nueces, tienen requisitos extremadamente altos de resistencia a la humedad debido a su bajo contenido de agua. Las bolsas compuestas de papel de aluminio ofrecen un rendimiento excepcional en este aspecto. El papel de aluminio tiene excelentes propiedades de barrera y puede bloquear completamente la humedad, el oxígeno y la luz. Los productos secos se envasan en bolsas compuestas de papel de aluminio y pueden almacenarse durante mucho tiempo sin preocuparse por la humedad, el moho, la oxidación, la rancidez ni las plagas. Incluso en ambientes húmedos, las bolsas compuestas de papel de aluminio protegen la calidad de los productos secos, permitiendo que sus componentes nutricionales y sabor se conserven por completo, permitiendo a los consumidores disfrutar del sabor original al consumirlos. Incluso con el paso del tiempo, estos productos prácticos aún conservan su esencia original.

Los productos horneados, como pan, pasteles, galletas, etc., tienen requisitos de envasado únicos. Este tipo de alimento necesita mantener su textura crujiente y evitar que el aceite se filtre. Las bolsas de polipropileno (PP) o poliéster (PET) cumplen con creces estos requisitos. Son como dos filtros finos y resistentes. Por un lado, previenen con precisión la fuga de moléculas de aceite, garantizando que el envase se mantenga limpio y como nuevo en todo momento, evitando que las fugas de aceite afecten la experiencia visual y el deseo de compra del consumidor. Por otro lado, conservan ingeniosamente cierto grado de transpirabilidad, como si abrieran un "canal de respiración" para los productos horneados, permitiendo que el vapor de agua escape de forma ordenada, evitando así que se ablanden y pierdan su textura crujiente por la acumulación de vapor. Esto garantiza que, al abrir el envase, los consumidores aún puedan saborear la deliciosa textura de los productos horneados recién salidos del horno.

El material de las bolsas de envasado de alimentos está estrechamente relacionado con su conservación y seguridad. Como fabricantes de bolsas de envasado, nuestra principal tarea es comprender a fondo las características de los diferentes alimentos y seleccionar con precisión los materiales adecuados. Solo así se pueden garantizar los alimentos durante el almacenamiento y el transporte, permitiendo a los consumidores disfrutar de cada exquisitez con tranquilidad y facilitando la operación de la cadena de suministro de la industria alimentaria de forma más estable y eficiente.